miércoles, 9 de diciembre de 2015

NUESTRO DESCANSO ESTÁ EN DIOS

NUESTRO DESCANSO ESTÁ EN DIOS

II Miércoles de Adviento

Is 40, 25-31; Sal 102, 1-4. 8.10; Mt 11, 28-30

Muchas veces he escuchado expresiones como: “Por más que le hablo a Dios no me hace caso”, “Si hago cosas buenas, por qué tengo tantos problemas”, “creo que a mi Dios no me escucha” entre tantas otras frases que denotan frustración ante la cotidianidad de la vida. 
Sólo en Jesús encontramos descanso, acércate a Él
Las lecturas de hoy nos dan la pauta para comprender que en Dios está nuestro refugio. Cuántas veces se deposita la confianza en cosas que no tienen poder alguno, pienso en aquellos que hacen todo tipo de cosas para tener “suerte” o, para que les vaya bien en la vida, se dejan llevar por supersticiones y todo clase de idolatrías. 

Los católicos no podemos pensar así, pues en tan sólo dos versículos el Señor nos consuela diciendo: “Vengan a mí todos ustedes que están cansados de sus trabajos y sus cargas, y yo los haré descansar”. Vengan todos, dice, no es para algunos privilegiados sino que la gracia y la misericordia de Dios está abierta, es universal, abarca a toda la realidad; es personal porque dice “ustedes”, nos señala, sabe quienes somos, nos conoce y abiertamente nos dice: Sé que están cansados de sus trabajos, pero está expresión debe ser profunda porque el Señor se refiere al desánimo que experimentamos a causa del pecado, pues sólo el pecado cansa, porque cuando se trabaja con amor ese cansancio no provoca frustración sino alegría. Hemos de reconocer que el cansancio a abatimiento se originan cuando nos enfrascamos en la rutina lejos de Dios. Por eso el Señor es claro: “Vengan a mí y yo los haré descansar”. 

Si hoy queremos tener sosiego y paz interior debemos esforzarnos en acercarnos cada vez a que Quien todo lo puede, Quien no se cansa de perdonar y mostrarse misericordioso, los medios que nos propone son sus sacramentos, de manera particular la Reconciliación, si hoy queremos vivir armonía y felicidad debemos sabernos necesitados de su gracia y disponernos a recibirla.

Oración

Señor creemos que en tí podemos descansar, no permitas que nos apartemos de ti, pues sin tu gracia nuestra vida pierde sentido. Ayúdanos a comprender que si sentimos tristeza y angustia por los quehaceres de la vida, eres Tú quien nos auxilia pues eres el único refugio seguro.

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