GUADALUE, IDENTIDAD DE NUESTRO PUEBLO
SOLEMENIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN SANTA MARÍA DE GUADALUPE
Santa María de Guadalupe, protege a este pueblo tuyo que haz escogido como hogar. |
Año con año
celebramos el aniversario de las apariciones de María de Nazaret, la madre de
Jesús, bajo la advocación de
Guadalupe, nombre que Ella misma adopto para ser venerada, su nombre tiene un
significado profundo, proviene del Náhuatl “Tlecuauhlacoupeu”
que significa la que viene volando de la luz como el águila del fuego. Sin
embargo no vamos a detenernos en el nombre, ni en los muchos signos teológicos
que ella porta en su imagen. Lo que si vamos a tratar es la urgencia por volver
al mensaje de Guadalupe pues,
su deseo fue que todos tuviéramos un lugar donde experimentáramos su amor, auxilio y consuelo. En
momentos de angustia ella sale a nuestro encuentro y exclama: “¿No estoy yo aquí que soy tu Madre?, ¿No
soy yo tu salud?, ¿No estás bajo mi cuidado? Palabras que nunca se nos
deben olvidar ya que en ellas encontramos un aliciente para continuar.
Además es preciso recordar que gracias a sus
apariciones dos pueblos se unieron dando origen a uno sólo, que a lo largo de
los siglos su imagen ha sigo el símbolo que da identidad a nuestro pueblo,
comprensión sobre la dignidad de ser humanos y que nos hace a todos hermanos.
Patrona de nuestra libertad.
Los obispos de México en su carta
pastoral por la conmemoración del
Bicentenario de la Independencia nos dicen: No fue fortuito el que el símbolo escogido
por el movimiento libertario fuera el estandarte de Santa María de Guadalupe
que años más tarde, sería proclamada por Morelos como “La Patrona de Nuestra Libertad”
Ciertamente, sin el ingrediente religioso, este movimiento o no se hubiera producido
o habría tomado otro rumbo. Con tales palabras podemos entender
que sólo gracias a la asistencia divina todos nuestros proyectos pueden
encontrar un buen fin ya que cuando el hombre quiere prescindir de Dios, éste
se pierde, volviéndose contra sí mismo y atenta contra su libertad. Si en verdad queremos experimentar lo
que significa ser libre no pretendamos escapar de nuestra realidad sino
enfrentémosla con decisión sintiéndonos corresponsables de todos, asumiendo
nuestro compromiso de bautizados, es decir, dar testimonio de nuestra fe y
defendiendo los valores y derechos naturales que en el ser humanos están
depositados. La Virgen de Guadalupe, nuestra Madre, nos enseña que para ser
verdaderamente libres debemos acudir al dador de todos los dones: Su Hijo
Jesucristo, pues es en Él donde podremos encontrar la solución a cualquier tipo
de crisis. (Cf. Jn 2, 5ss)
Una autentica devoción
La autentica
devoción guadalupana, no se reduce a una celebración sin sentido. El amor que
como pueblo mexicano elevamos a la madre de Dios, debe expresarse en la solidaridad para con
el más necesitado, no ser indiferentes ante la situación de nuestro país, ni
dejarnos llevar por el materialismo y consumismo, al contrario el mejor
homenaje que podemos rendirle a nuestra Madre es; como dijo el Papa Pablo VI, una constante y particular exigencia de
auténtica renovación cristiana, la corona que ella espera, no es tanto una
corona material, sino una preciosa
corona espiritual, formada con un profundo amor a Cristo y por un sincero amor
a los hombres: los dos mandamientos que resumen el mensaje evangélico… además
un cristiano no puede quedar insensible mientras las nuevas generaciones no
encuentran el cauce para hacer realidad sus legítimas aspiraciones, y mientras
una parte de la humanidad siga estando marginada. Por ese motivo, en esta
fiesta, hay que imprimir a la vida un marcado sentido social, ver en cada
hombre un hermano, y en cada hermano a Cristo, de modo que el amor pueda
redimir las miserias del mundo, renovándolo en su raíz más honda: el corazón
del hombre.
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