LA SENCILLEZ NOS MUESTRA LA OBRA DE DIOS

LA SENCILLEZ NOS MUESTRA LA OBRA DE DIOS

I Martes de Adviento

Is 11, 1-10; sal 71; Lc 10, 21-24

"Del tronco de Jesé sale un retoño; un retoño brota de sus raíces"

Las lecturas del día de hoy nos proveen del paradigma para ver la realizada la obra de Dios en nuestras vidas. Es claro que la sociedad de nuestro tiempo, relativizado por muchas ideologías, se  ha dejado llevar  por el anhelo exagerado de poder. Son muchos los que pudiendo hacer el bien, gracias a las facultades que poseen, se complacen con aplastar al pobre y al humilde. El egoísmo ha hecho presa a muchos y lo vemos reflejado cuando los ricos son cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres. 

Es por eso que los cristianos debemos esforzarnos todos los días para no dejarnos llevar por la ambición. La imagen del “vástago” que Isaías nos propone nos exhorta a vivir con sencillez; en un pequeño retoño, que podríamos decir insignificante, Dios muestra su poder y hace brotar una luz que clarifica el sendero y capacita con “sabiduria, inteligencia, prudencia, fuerza y temor del Señor” (v. 2) para salir adelante y dar siempre un testimonio veraz de que en medio de las dificultades propias de la vida se puede ser feliz. 

Contrario a lo que el mundo pueda pensar, la sencillez no es sinónimo de debilidad. Sencillez implica conocer nuestra realidad humana, asumirla con humildad y proyectarla hacia la eternidad, pues para eso hemos sido creados. Es además, significa ver las cosas con claridad, asumiendo los retos de cada día y disfrutando las bondades de Dios. 

Ser sencillos nos da la posibilidad de ser testigos de la misericordia de Dios; nos abre un panorama para saber que las cosas pueden ser diferentes y mejorarlas si evitamos constantemente nuestro orgullo, vanidad y todo lo superfluo. 

Ser sencillos nos hace comprender que nuestras debilidades nos hacen caer en el error, que tenemos la capacidad de levantarnos, pedir perdón y perdonar; que a pesar de nuestro pecado Dios actúa pronto y muestra su obra redentora en quien confía en Él.

Dios quiere que todos alcancemos a “ver”  su rostro amoroso y seamos “dichosos”, pero esa dicha será posible sólo si nos esforzamos todos los días en cumplir su voluntad. 

Oración

Señor Jesucristo, tú eres el único que nos puede dar a conocer el amor del Padre; apiádate de nosotros y ven pronto, pues necesitamos de ti en cada momento. Ayudamos a anhelar y trabajar para ser como tú nos pides: sencillos para ver tu obra y prontos para servir. ¡Ven Señor! y danos tu paz.